miércoles, 16 de enero de 2013

Rosa Lamorte de Lombardo
El 28 de abril de 1977 Rosa Lamorte fue interrumpida de sus sueños alas 2 de la madrugada en su domicilio de Pompeya donde vivía desde su infancia.
Soñaba con un país diferente que imagino junto a una generación de luchadores y con un barrio distinto al que, con su militancia social, contribuyo hasta el ultimo momento en el Club Social Deportivo Corrales. En un momento en que muchos miraban para otro lado, mientras en nuestro país se instalaba el ‘sálvese quien pueda’, Rosa Lamorte, ‘Rosita’ como la recuerdan sus familiares y conocidos, decidió doblar su compromiso militante.
El ‘por algo será’ de Rosita tuvo que ver con su compromiso social, con volcar su vocación docente hacia lo mas necesitados, con entender que el camino para vivir en un país mas digno era la educación.  
Proveniente de la familia peronista, palpo desde muy chica las proscripciones y los golpes de Estado. De adulta adhirió al peronismo combativo y, acostumbrada a esto de resistir las dictaduras militares, continuo su compromiso solidario hasta la ultima instancia.
El 28 de abril de 1977 un operativo militar con luces de bengala y bombas de estruendo cerco las manzanas aledañas con una clara intención de intimidar a los vecinos. Un grupo de tareas interrumpió en el domicilio y secuestro a Rosa Lamorte de Lombardo. El barrio quedo sin Rosita, Luis & Marcelo sin mama, con solo 8 y 6 años.
Desde aquella noche de terror no se supo mas nada de ella, solo que paso por el cuartel de Villa Martelli, Centro Clandestino de Detención ‘Logístico 10’. Durante aquel año se presentaron 5 habeas en su nombre y se hizo la denuncia a la OEA por su desaparecían.
Desde su primer momento su mama Eugenia Costa formo parte de las Madres de Plaza de Mayo hasta su fallecimiento 1982. A Rosita se la llevaron dos dais antes de que las Madres empezaran a marchar por la Plaza de Mayo.
En la actualidad hay un proyecto de ley para que una plaza lleve su nombre a metros donde vivió y milito. Seria un merecido homenaje para que los niños sigan jugando y riendo alrededor suyo.